Como todos sabemos, la Campaña Electoral comenzó las las 0.0h del pasado viernes. Algunos de mis lectores ya me han dicho que porqué todavía no he comentado nada, ni siquiera criticando a los socialistas. Y esto creo que necesita una aclaración.
Durante la anterior campaña, hace ya cuatro años, recibí al grupo de los candidatos del PSOE, cuando tuvieron la cortesía de venir a mi casa a entregarme personalmente su propaganda, sabiendo que no les iba a votar. Me preguntaron si les iba a dar "mucha caña" y le contesté que no les iba a dar ninguna, porque veía que era un grupo joven que harían mejorar la vida en nuestro pueblo en todo lo que pudieran, pero que me reservaba el derecho de hacerlo con el partido al que representaban.
Creo que he cumplido con mi palabra. Han gobernado cuatro años, prácticamente, sin oposición y si lo hecho bien, mal o regular, que cada uno aguante su vela. Yo puedo decir hemos tenido buenas relaciones y me han atendido todas la veces (no muchas) que les he solicitado algo. Todavía no he recibido del PSOE más que la propaganda referida a las elecciones europeas, pero pienso asistir a la presentación de su candidatura y su programa, aunque, digan lo que digan, no les voy a votar.
Primero, por lealtad al Partido que tuve el honor, no solo de participar en su formación original, cuando en 1976, los llamados "Siete Magníficos" fundaron Alianza Popular, sino de Presidir durante diez años, la Gestora del, ya Partido Popular, en el Reino Unido y formar parte de la Junta Directiva Nacional.
Segundo, porque después de haber vivido treinta y cuatros años en el Reino Unido, la democracia más antigua de Europa, aprendí la norma más elemental de ella, que es respetar la mayoría, "aunque sea la del adversario". Recuerdo la frase de un parlamentario del partido Conservador a otro del partido Laborista que le estaba poniendo verde: Daría mi vida por la supervivencia de un sistema político que le permite a su Señoría decir las barbaridades que está diciendo. Educada forma de llamarle "bárbaro".
Quiero decir con esto, que si los españoles hemos optados por aceptar mayoritariamente la Constitución que nos rige, debemos aceptar la reglas de juego, nos gusten o no nos gusten.
Me gustaría y espero, que los que salgan elegidos, que ninguno de ellos había nacido cuando murió Franco. sean capaces de trabajar unidos por el bien de nuestro pueblo y que la oposición, sea la que sea, no hay más que dos opciones, sea "constructiva" y sean: "capaces de aceptar todas esas cosas que nos unen, olvidando algunas que nos separan"
EDUCADOS ADVERSARIOS
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