La primera sorpresa de este mes de julio, me la he llevado esta mañana al salir de Misa. La acaban de ver en la foto. Nada menos que la bandera multicolor del Orgullo Gay, en el balcón de nuestro Ayuntamiento.
Bien es verdad que en Madrid se celebra el Orgullo Gay 2018 desde el 28 de junio al 8 de julio con una programación de un montón de actividades. La pregunta es: ¿Quien las paga?. Porque si las pagan los homosexuales, las lesbianas, los bisexuales, los transexuales y los transgéneros a los que se han unido otras gente como los intersexuales, queers, osos, poliamorosas y otros, que no tengo idea de los que significan, (bueno, en inglés "queear" es lo mismo que "maricón") allá ellos y ellas con su dinero . Pero si el Ayuntamiento pone dinero público, me parece una aberración dada las necesidades sociales que sufre la capital del Reino de España.
Lo siento por los madrileños que tendrán que aguantar las múltiples celebraciones y los correspondientes cortes de tráfico hasta altas horas de la madrugada en las más emblemáticas plaza de Madrid.
Pero lo que no me cuadra de ninguna manera es el precedente que los ayuntamientos están creando con la promoción del movimiento social y político contra la discriminación y la homofobia que comenzó como LGBT allá por 1969. (las dos últimas cifras del año es pura casualidad).
Que cada uno celebre su onomástica, su cumpleaños, su religión, su partido político, su asociación o lo que mejor le plazca, me parece muy bien, pero que nuestro Ayuntamiento cuelgue la bandera gay en su balcón, creo que es una ofensa a la de España, la Andaluza y la de nuestro pueblo. No se si habrá algún artículo de nuestra Constitución que lo prohíba o lo permita, pero me parece una discriminación hacía los habitantes de mi pueblo que no pertenecemos a ese grupo. Tampoco creo que el colectivo de ese movimiento sea tan importante que merezca darle el honor de anunciarlo en el Ayuntamiento. ¿No sería mejor que cada uno pusiera su bandera en su casa como hace un republicano en la suya y yo hago en la mía? Vamos a llegar al punto de que el republicano y yo pidamos al Ayuntamiento que el 14 de abril pongan la bandera republicana y el 18 de julio la mía del águila. Y que los demás hagan lo mismo ya sean del Recreativo, del Betis, del Sevilla, del Benfica o del Manchester United.
Quizás haya que darle la razón al Presidente Sánchez en su empeño de modificar la Constitución, sobre todo el artículo 14º. Si, ese que dice que los españoles somos iguales ante la Ley.
Bien es verdad que en Madrid se celebra el Orgullo Gay 2018 desde el 28 de junio al 8 de julio con una programación de un montón de actividades. La pregunta es: ¿Quien las paga?. Porque si las pagan los homosexuales, las lesbianas, los bisexuales, los transexuales y los transgéneros a los que se han unido otras gente como los intersexuales, queers, osos, poliamorosas y otros, que no tengo idea de los que significan, (bueno, en inglés "queear" es lo mismo que "maricón") allá ellos y ellas con su dinero . Pero si el Ayuntamiento pone dinero público, me parece una aberración dada las necesidades sociales que sufre la capital del Reino de España.
Lo siento por los madrileños que tendrán que aguantar las múltiples celebraciones y los correspondientes cortes de tráfico hasta altas horas de la madrugada en las más emblemáticas plaza de Madrid.
Pero lo que no me cuadra de ninguna manera es el precedente que los ayuntamientos están creando con la promoción del movimiento social y político contra la discriminación y la homofobia que comenzó como LGBT allá por 1969. (las dos últimas cifras del año es pura casualidad).
Que cada uno celebre su onomástica, su cumpleaños, su religión, su partido político, su asociación o lo que mejor le plazca, me parece muy bien, pero que nuestro Ayuntamiento cuelgue la bandera gay en su balcón, creo que es una ofensa a la de España, la Andaluza y la de nuestro pueblo. No se si habrá algún artículo de nuestra Constitución que lo prohíba o lo permita, pero me parece una discriminación hacía los habitantes de mi pueblo que no pertenecemos a ese grupo. Tampoco creo que el colectivo de ese movimiento sea tan importante que merezca darle el honor de anunciarlo en el Ayuntamiento. ¿No sería mejor que cada uno pusiera su bandera en su casa como hace un republicano en la suya y yo hago en la mía? Vamos a llegar al punto de que el republicano y yo pidamos al Ayuntamiento que el 14 de abril pongan la bandera republicana y el 18 de julio la mía del águila. Y que los demás hagan lo mismo ya sean del Recreativo, del Betis, del Sevilla, del Benfica o del Manchester United.
Quizás haya que darle la razón al Presidente Sánchez en su empeño de modificar la Constitución, sobre todo el artículo 14º. Si, ese que dice que los españoles somos iguales ante la Ley.
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