"No te quites el sayo", dice el conocido refrán, que este año ha cumplido con creces su profecía. Hoy ha amanecido un radiante día de primavera, con unos insignificantes cúmulos, que no se sebe si crecerán a medida que pasa el día y nos ofrecen esta tarde las lluvias tormentosaS, de la que ha estamos un poco hasta la coronilla.
La encuesta GAD3, que hoy publica ABC con el título "El bipartidismo se refuerza", así como ven. Con letras rojas y azules, aunque más rojas que azules.
Parece que los españoles empiezan a comprender cómo funciona la democracia. Yo me precio de haberla aprendido viviendo desde 1962 al 1996 en el país con la democracia más antigua de Europa. Casi al mismo tiempo que Don Manuel. La conocia de buena tinta, hasta el punto de que un día le oí a un Diputado británico decir "que el Embajador de España sabía más de como funcionaba la democracia, que él mismo, que llevaba veinte años de Miembro del Parlamento". Y es que en el Reino Unido, en aquello años solo existían dos Partidos, derecha e izquierda, aunque ambos bien al centro, el Partido Liberal, que cuando era necesario ayudaba al más votado y dos o tres nacionalistas, como el Escocés y el Galés y el Unionista de Irlanda, pero que no eran separatistas, sino que con poca representación, se ocupaban de lo que pudiera afectar a sus regiones. Ahora parece que el panorama ha cambiado algo. También existen partidos populistas, que tanto están afectando Europa, no precisamente para el buen funcionamiento de la política moderada ahora amenazada por un peligroso extremismo.
El sistema electoral británico es diferente al nuestro en un punto vital que los británicos, que pierden elecciones, discuten y piden cambiar. Especialmente los laboristas, porque el algunos casos, con más votos que los conservadores, han perdido las elecciones. No existe el método proporcional de votos que permite el sistema d`Hont, o sea el asignar escaños proporcionalmente a las listas presentadas por los partidos.
El Reino Unido, Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, se divide en 650 circunscripciones, en cada una de las cuales los partido presentan un solo candidato y el que más votos obtiene es el que gana el escaño. Por tanto no hay listas cerradas. Es verdad que el candidato lo nombra el partido, pero el escaño lo da el voto de los electores.
Les pongo un ejemplo que ya mencioné hace unos años y mereció el interés de un periódico. España para 350 escaños se divide en 52 provincias y estas se reparten el número de escaños proporcionalmente al número de votantes. A Huelva le corresponden cinco escaños, que según los votos, generalmente ganan el Partido Popular o el Socialista 3 a 2 o 2 a 3, de la listas cerradas que presentan los partidos. Así que votamos al partido, no al candidato, a quien generalmente ni siquiera conocemos.
Creo que el sistema británico pone a los MP mucho más cercano a los ciudadanos. Yo tuve la ocasión de hablar en tres ocasiones con el MP del distrito en que vivía. Estaba a disposición del público un sábado en Maidenhead y al siguiente en Windsor, los dos grandes núcleos de población de su distrito. No había más que llamar a su oficina, pedir cita a su secretaria y presentarse al día y hora concedido. Eso si, había que ser puntual porque solo daban un cuarto de hora a cada visitante.
A usted, ¿qué le parece el sistema?. En nuevo Gobierno habla de cambiar, reformar o modificar la Constitución. Quizá un cambio del sistema electoral nos pondría a los ciudadanos más cerca de los políticos que nos representan y no habría que tragarse a los que los partidos ponen en las listas cerradas. Estos estarían más a favor de los votantes y no a las órdenes del partido que le pone en su lista.
Parece que los españoles empiezan a comprender cómo funciona la democracia. Yo me precio de haberla aprendido viviendo desde 1962 al 1996 en el país con la democracia más antigua de Europa. Casi al mismo tiempo que Don Manuel. La conocia de buena tinta, hasta el punto de que un día le oí a un Diputado británico decir "que el Embajador de España sabía más de como funcionaba la democracia, que él mismo, que llevaba veinte años de Miembro del Parlamento". Y es que en el Reino Unido, en aquello años solo existían dos Partidos, derecha e izquierda, aunque ambos bien al centro, el Partido Liberal, que cuando era necesario ayudaba al más votado y dos o tres nacionalistas, como el Escocés y el Galés y el Unionista de Irlanda, pero que no eran separatistas, sino que con poca representación, se ocupaban de lo que pudiera afectar a sus regiones. Ahora parece que el panorama ha cambiado algo. También existen partidos populistas, que tanto están afectando Europa, no precisamente para el buen funcionamiento de la política moderada ahora amenazada por un peligroso extremismo.
El sistema electoral británico es diferente al nuestro en un punto vital que los británicos, que pierden elecciones, discuten y piden cambiar. Especialmente los laboristas, porque el algunos casos, con más votos que los conservadores, han perdido las elecciones. No existe el método proporcional de votos que permite el sistema d`Hont, o sea el asignar escaños proporcionalmente a las listas presentadas por los partidos.
El Reino Unido, Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, se divide en 650 circunscripciones, en cada una de las cuales los partido presentan un solo candidato y el que más votos obtiene es el que gana el escaño. Por tanto no hay listas cerradas. Es verdad que el candidato lo nombra el partido, pero el escaño lo da el voto de los electores.
Les pongo un ejemplo que ya mencioné hace unos años y mereció el interés de un periódico. España para 350 escaños se divide en 52 provincias y estas se reparten el número de escaños proporcionalmente al número de votantes. A Huelva le corresponden cinco escaños, que según los votos, generalmente ganan el Partido Popular o el Socialista 3 a 2 o 2 a 3, de la listas cerradas que presentan los partidos. Así que votamos al partido, no al candidato, a quien generalmente ni siquiera conocemos.
Comparando con el Reino Unido, la provincia de Huelva estaría dividida en cinco circunscripciones, por ejemplo la Capital, la Costa, la Sierra, el Condado y la Cuenca Minera. Cada Diputado, fuera del partido que los electores eligieran por mayoría simple, sería el que más confianza despertara en sus votantes, porque sería el miembro del Parlamento que, conociendo los problemas de su área, defendería a sus votantes y procuraría atraer a otros votantes.
Con el sistema español, si yo necesito hablar con un Diputado, es lógico que me dirija a uno, de los dos de mi partido, a quienes conozco personalmente. Pero usted que me lee y no pertenece a ningún partido ¿a quién se dirigiría?. Los cinco Diputados por Huelva deberían ser expertos en todo los problemas de la provincia y como dice el refrán, el que mucho abarca, poco aprieta.Creo que el sistema británico pone a los MP mucho más cercano a los ciudadanos. Yo tuve la ocasión de hablar en tres ocasiones con el MP del distrito en que vivía. Estaba a disposición del público un sábado en Maidenhead y al siguiente en Windsor, los dos grandes núcleos de población de su distrito. No había más que llamar a su oficina, pedir cita a su secretaria y presentarse al día y hora concedido. Eso si, había que ser puntual porque solo daban un cuarto de hora a cada visitante.
A usted, ¿qué le parece el sistema?. En nuevo Gobierno habla de cambiar, reformar o modificar la Constitución. Quizá un cambio del sistema electoral nos pondría a los ciudadanos más cerca de los políticos que nos representan y no habría que tragarse a los que los partidos ponen en las listas cerradas. Estos estarían más a favor de los votantes y no a las órdenes del partido que le pone en su lista.
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