Por primera vez, desde su creación en 1991, el World Economic Forum, reunido en Davos, ha sido presidido por una mujer. Pero vamos por partes. Para que el amigo lector que me preguntó donde estaba Prusia, me permito aclararle que Davos es una ciudad suiza del Cantón Grisones que está a la derecha del mapa, de color amarillo, fronterizo con Italia y Austria, situada al suroeste de la capital Char. Está considerada como la ciudad más alta de los Alpes y durante muchos años un centro de salud para enfermos de la terrible tuberculosis. Continua siendo un centro turístico, sobre todo para los amantes del esquí.
Cristina Gallach, responsable de Igualdad de la Unión Europea, hizo en su discurso una defensa admirable de la mujer. Pero tuvo que admitir que falta mucho por hacer. Solo el 21% de los asistentes eran mujeres. Me recordó a la Dama de Hierro, con su frase de: "En cuanto se le concede a la mujer la igualdad con el hombre, se vuelve superior a él". Debía tener mucha razón, porque ella sola manejaba a diez o doce ministros, todos hombres. Clara demostración de la innecesaria cuota de sexos de Zapatero y el 50% de mujeres y hombres. Margaret Thatcher representaba solo el 0,1% femenino en el Gobierno de la nación.
La presencia de nuestro Rey y sus discurso en la apertura del Foro, excelente. Ya ha habido críticas por haberlo hecho en inglés, cuando nuestra lengua es el español. Pero la marca España se defiende mejor en una lengua que entienden todos los jefes de estado o de gobierno, los políticos, los empresarios, los periodistas y hasta los que protestaban por la asistencia de Trump, con pancartas de "Trump no Welcome".
También han habido reivindicaciones feministas de las dos organizaciones "Me too" y "Time's up", pidiendo el "Año de la Mujer". A mi me enseñó Patricia que esos inventos del "día de la madre", del padre, del abuelo o la abuela, le parecían innecesarios, porque todos ellos se merecían ser respetado, venerados, reconocido y amados todos los días de su vida. Pues eso digo yo de las mujeres. ¿Porqué este año? Deberían ser todos los años.
Estoy de acuerdo en que hay que acabar con la llamada violencia de género, que no se porqué solo se refiere al género femenino, cuando también existe la violencia hacia el género masculino, aunque es verdad que a los hombres son mucho más reacios a denunciar a su mujer si le maltrata pero haberlas, ahylas.
Reconozco que a mí siempre me han gustado las mujeres. Todas. Las hay guapas y tontas, feas y simpática, guapas e inteligentes, feas y antipáticas, gordas y flacas, de varios colores y tamaño, pero todas tienen algo atractivo físico o moral. Y todas se merecen un respeto y admiración, porque sin ellas, no existiríamos. Así, que gracias por ser mujer.
Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz 2014, pakistaní, 17 años.
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