Como ya estamos algo cansado de la pretendida independencia de Cataluña hasta el punto de acabo de ver un vídeo donde un tío de Extremadura llama por teléfono para decir que si, con la condición de que edifiquen un muro de 40 metro de altura "pa que no pase naide, ni pa alla ni pacá", es mejor hablar de algo más suculento.
La Gatronomia, que no ofende a nadie y además es disfrute para todos. No esperen que les cuente algo sobre los platos más famosos del Reino Unido, el "roast beef" o el "fish and chips". Si a alguien le interesa saber como se hacen, lo pueden encontrar en el recetario de Internet, pero para saborearlos bien hay que comerlos allí. Por la misma razón de que una paella valenciana, no sabe los mismo en Valencia que en Londres.
Pues resulta que el sábado pasado estaba tranquilamente sentado en el patio del Bar Jacarandá (antes Casino de los ricos) con mi buen amigo Emilio (padre), disfrutando de un "gin and tonic" (que es como le llaman los ingleses a la ginebra con tónica), cuando se presentó una pareja de indiscutible aspecto extranjero y se sentaron a una mesa cercana.
Los atendió Isaac y oímos cómo, en inglés, se ponían de acuerdo en lo que querían comer. Me di cuenta de que se entendían bastante bien y que Isaac era capaz de explicarles lo que era el paté ibérico. Nosotros continuamos con nuestra charla, mientras Elena les atendía con su probada profesionalidad. Llegó entonces mi sobrino José María con su esposa Sofía y se sentaron con nosotros. Mi sobrino, amigo fiel de ese preciado líquido color rubio conocido en todo el País, como "Cruzcampo", es también experto en el uso del móvil para sacar fotos de las tapas y raciones que le sirven y enviarlas a los amigos, para darles envidia. Pronto se dio cuenta que la pareja cercana tenían buen apetito y cada vez que le servían un plato, el tío sacaba una foto de su pareja y el plato frente a ella.
Empezaron los comentarios de mesa a mesa y les ofrecimos si querían una foto de ambos juntos y sus correspondientes platos, a lo que aceptaron agradecidos para llevarse un buen recuerdo. Mi sobrino, experto en fotos y en hablar inglés, les hizo varias y entablamos conversación. Eran holandeses y estaban en una de las casas rurales de Las Tobas por el fin de semana, para continuar un largo y programado viaje por Andalucía. Los holandeses suelen ser gante amable, alegres, cosmopolitas y hablan, como es lógico, su propia lengua y casi todos hablan también ingles y muchos alemán, francés o español. Estos eran una pareja joven, que querían conocer toda España y era la primera vez que viajaban por nuestras tierras serranas. Hay que reconocer que probaron distintos y abundantes platos y disfrutaron de su cena tanto como del servicio prestado por Elena.
Cuando nos estaban alabando la calidad de la cocina, pasó Tere, la experta cocinera y les dijimos que ella era la que les había cocinado. El holandés le pidió que le dejara fotografiarla, para llevarse un buen recuerdo. Elena estaba allí y posaron las dos. La foto pasó del teléfono del holandés al de mi sobrino y del de este a mi ordenador y ya la pueden ver aquí.
Los holandeses se fueron prometiendo volver y espero que al igual que mi sobrino, hayan enviado las fotos de la cena a sus amigos, con lo que posiblemente tengamos una puerta abierta para el turismo de procedente de Holanda.
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