Si Gabriela Ortega viviera, ya habría recitado, al compás de palmas y gruitarra, aquel poema de Manuel Benitez que le abrió las puertas en Méjico, que comenzaba: "Un, dos y tres, tres banderilleros en el redondel", aunque cambiando algo la letra, que según mi amigo Gracián, debería decir: "Tres expresidentes en el redondel y todos de acuerdo por una vez".
Ayer, en el coso de Vocento se reunieron Tres Expresidentes, Tres, y se pusieron de acuerdo por esta vez. Y espero que para siempre, porque si se trata de la unidad de España, todo el que se precie de ser español, tiene que estar de acuerdo. Posiblemente Zapatero tuvo que hacer de tripas corazón ¿para no desentonar o de verdad?, porque los otros dos, González y Aznar, siempre lo tuvieron bien claro, como también lo tuvieron sus antecesores, Suárez y Calvo Sotelo, ya fallecidos. Aunque de diferente ideología, los cuatro gobernaron la España democrática, con sus aciertos y sus errores, pero con la idea clara de que España, aunque le suene a franquista, ha sido, es y será, Una, Grande y Libre. El quinto, dicen en tauromaquia que "no hay quinto malo, Parece que ha rectificado, que es cosa de sabios, porque una vez se acordó de su abuelo y quiso dividir España. Hasta le dijo a los catalanes que aceptaría lo que dijera el Estatuto que aprobaran. Y ahí empezó el lío.
El lío, no solo el separatismo catalán que tiene solución con la Ley y la Constitución en la mano, sino la etiqueta que todos tenemos según nuestras ideas políticas. Ya todos sabemos, desde las grandes ciudades a los pueblos más pequeños, de que "pié cojea nuestro vecino". Lord Garel-Jones, ministro con Margaret Thatcher, casado con una española, conocedor de nuestras costumbres e idioma, hasta el punto de dar el Pregón Taurino en Sevilla en el 2012, solía decir que los españoles "entendíamos por democracia, respetar las ideas de los demás, siempre que coincidieran con las nuestras". Tenía toda la razón.
Hubo un periodo, la Transición, en que se cambió, como debe de ser, el "siempre que coincidieran" por "aunque no coincidan", pero poco a poco nos hemos ido olvidando de aquel espíritu y hemos caído en el politiqueo barato de ponerle apellidos a nuestros conciudadanos, según su ideología. Los tres expresidentes nos dieron ayer una clara y contundente lección de democracia. Dejaron muy claro que hay más cosas que nos unen que las que nos separan. Primero, el ser español, que es "una de las pocas cosas serias que se puede ser en esa vida". ¿Sabe quién lo dijo?. Pues un español que dio su vida por España.
Pero por desgracia siempre quedan hilos sueltos. Pedro Sánchez no escucha, no razona, habla y habla y dice una cosa y la contraria. Esperaremos a saber qué ha dicho hoy el Presidente del Gobierno a ver si sigue con "no es no" o ha cambiado al "si es si". Después de la entrevista de ayer con Su Majestad el Rey, parece que sigue con la perra de cambiar la Constitución, conseguir una nación de naciones, un sistema federal y un régimen republicano. Y para colmo nuestra presidenta Susana, hace obligatoria la enseñanza de la memoria histórica en todos los centros. ¿Cual? ¿La de Zapatero, la suya o la de verdad? ¿La de nuestro glorioso pasado? ¿La reciente? ¿La actual?. Falta por decidir y saber, porque la memoria de los treinta y seis años de régimen socialista en Andalucía no puede ser peor. Especialmente los tres último presidentes que todavía no sabemos como acabarán con la Justicia.
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