¡A mi me da pena y me causa un respeto imponente!. Así terminaba la famosa poesía que José Carlos de Luna dedicó al Piyayo. Aquel "viejecillo renegro, reseco y chicuelo; la mirada de gallo pendenciero y hocico de raposo tiñoso que pide limosna cantando por tangos y maldice cantando fandangos gangosos....."
He tenido que buscar la poesía en internet porque, como decía ayer, al igual que El Duke, me va fallando la memoria. Y al releerla me ha venido a la memoria nada menos que a Pedro Sánchez. Y usted dirá: ¿qué tiene Pedro el Guapo que ver con un gitano renegro, reseco y chicuelo y todo lo demás que sigue cantando el poeta?.
Pues mire, que a mi me da pena, y mucha pena, que la gente le tome a chufla y que tenga que pedir limosna a Patxi López para hacer del PSOE "un gran partido de izquierdas". Cuando sabe, o al menos debería saber, que lo que España necesita es un Partido Socialista centrado, con miras al futuro, olvidado del pasado que algunos quieren resucitar por ambiciones personales y alejado de amistades peligrosas que acabarán destruyéndolo.
Ya lo era, de una izquierda moderada, hasta que Zapatero y su heredero Sánchez, se escoraron a una izquierda más radical, ignorando que "en el término medio está la virtud". Menos mal que López no ha caído en la trampa. Porque Sanchez, el perdedor recalcitrante que pensaba que "a la tercera va la vencida", no se ha enterado de que ya ha perdido tres ocasiones y va a perder la cuarta. Pero no solo eso, sino que va a dividir un Partido, que hasta que llegó Zapatero, era un partido de izquierda centrada, que había aceptado una Transición modélica y admirada por todos y que con sus aciertos y sus errores había demostrado ser una alternativa a la derecha centrada del Partido Popular.
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