Muchos somos todavía los que recordamos tres 20s de Noviembre.
Los más viejos, entre los que me cuento, el fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera en 1936, la muerte de Francisco Franco en 1975 y los más jóvenes, la mayoría absoluta en 2011 del Partido Popular.
Las dos primeras fechas están ya en la Historia, la buena, la mala y la de verdad. La de los incondicionales, los detractores y la real de los documentos históricos. Del primero se ha dicho que fue un señorito andaluz metido en política fascista y en contra de la República. También que era un joven abogado que entró en política en defensa de la memoria de su padre y en defensa de los trabajadores.Del segundo, que que fue un General golpista contra el legítimo Gobierno republicano. También que fue un brillante militar que salvó a España y Europa de la amenaza comunista de Stalin. Y muchas cosas más de amigos, enemigos y neutrales, entre los que se puede ver y entender la verdad. Los que hemos leído ya bastante de ambo sectores, incluido historiadores hispanistas de varias nacionalidades, creemos que fueron dos grandes patriotas que dedicaron y dieron sus vidas por España y los españoles. Y ahí me quedo. El que quiera saber más, que lea todo lo que pueda.
La tercera fecha es tan reciente que todavía está en la memoria de todos y cada uno de nosotros. Pasará a la Historia como el mayor ataque a la democracia parlamentaria perpetrado por la izquierda más radical, que amparada en su falsa democracia, ha pretendido ganar en la calle, lo que no ha podido ganar en las urnas ni en el Parlamento. Ya por fin tenemos Gobierno, aunque la historia no ha terminado, porque comienza una nueva etapa. Piense usted que pasaría con un gobierno PSOE, Podemos y Ciudadanos. Un PSOE totalmente dividido entre la izquierda moderada y centrada y el sector más radical. Un Podemos todavía más dividido entre sus líderes más comunistas y extremistas. Y un Ciudadanos que se postula de centro-derecha, pero que le hace guiños a la izquierda. Yo no quiero pensarlo, porque me recuerda cómo estaba España en la II República y todo lo que vino después.
Rajoy ha dado muestras suficientes de que es un hombre de Estado y ha sabido guardar el tipo y negociar, ganando puntos, hasta conseguir lo que la mayoría, cada vez mayor de españoles se postularan a su favor del 20D al 26J. Ahora tenemos que esperar, que el Partido Socialista vuelva a ser lo que fue, Ciudadanos cumpla sus compromisos, Podemos continúe dividiéndose y los demás se convenzan de que España es Una, Grande y Libre. ¿Le suena?. Pues eso es lo que queremos y no estamos locos.
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