Recuerdo haber visto, hace muchos años, una película con ese título. Totalmente disparatada, pero divertida y con sentido de humor. Pues así estamos, pero con el terrible agravante, que ni es divertido ni tiene el mínimo sentido de humor. Ademá no es ficción en celuloide, sino realidad.
El asesinato de un sacerdote católico, anciano jubilado que seguía prestando sus servicio a la Iglesia y por tanto a los que a ella pertenecen, no tiene más precedente, que yo recuerde, que en España de 1936, con el agravante de que aquellos asesinatos de curas y monjas, eran perpetrados por españoles que, en teoría eran cristianos católicos. En este caso es producto de una radicalización de unos locos que ya han declarado la III Guerra Mundial, aunque de forma diferente. No hay aviones, tanques, bombas atómicas, soldados con fusiles y granadas en lucha cuerpo a cuerpo. Hay una serie de locos, dispuestos a conseguir el paraíso lleno de bellas huríes por el solo hecho de llevarse por delante a un montón de los que ellos llaman "infieles". ¿Podemos llamarle "guerra de religiones". Pues sería una buena excusa, aunque no es la realidad.
No hay razón ninguna, para que la religión sea motivo de discordia. Todas ellas hablan del amor a Dios y el amor al prójimo. No debe importar si es el Dios nuestro o el de ellos. En Maidenhead, donde viví 33 años, había varias iglesia. Era mayoritariamente una región, como toda Europa, contando el Reino Unido, cristiana. Pero dentro del cristianismo, había anglicanos, católicos, metodistas, evangelistas y también judíos,masones, musulmanes e hindúes. Por tanto había dos iglesias anglicanas, dos católicas y varias de otras denominaciones, así como una sinagoga, un templo masónico y una mezquita. No recuerdo ningún templo hindú. Nunca vi ningún problema religioso. Los cristianos se reunían todos, cada Viernes Santo, para procesionar por la ciudad portando una gran Cruz. En la escuela católica donde iban mis hijos, había alumnos con el turbante o el sari de los hindúes. Pero por encima de todo, había un gran respeto para las creencias de cada uno, ya fueran religiosas o políticas. Al cabo de veinte años, creo que mucho, o todo. ha cambiado. Y parece que no precisamente para mejor.
Pero volvamos a España, donde el terrorismo "religioso" no ha llegado, todavía, a esos límites. Pero ya se han dado muestras inequívocas, como asaltos a capillas for mujeres semidesnudas, slogans de, "la iglesia que más ilumina es la que arde", o procesiones sacrílegas, como la del "coño insumiso", que no son precisamente buenas señales de un respeto por las creencias de la gran mayoría de españoles.
Pero el "terrorismo político" creo que ha sobrepasado con creces, y no me refiero a la actitud de los partidos políticos desde las elecciones del 20D, ratificadas con creces el 29J, que no son capaces de aceptar del deseo de los votantes, que claramente quieren que haya un entendimiento entre la principales fuerzas políticas, sino el desacato al Tribunal Constitucional del Parlamento Catalán (me niego a decir Parlament) ante la prohibición de que celebren un referéndum de autodeterminación. Y viene, nada menos, que de unos grupos políticos que han jurado, o prometido (aunque sea por "imperativo legal"), cumplir y hacer cumplir la Constitución. No tengo idea de los medios de que dispone el Tribunal Constitucional para hacer que se cumplan sus sentencias. No se si puede pedir o exigir al Gobierno Central, que ponga orden con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, o con el Ejército y los tanques, pero estoy seguro (lo dice la Constitución), que se puede invalidad a los políticos que no la cumplen, mejor por vida, y anular el Estatuto que Zapatero aceptó antes de leerlo y por tanto quitar la autonomía a esa parte de España. Y que empiecen otra vez de acuerdo con la Constitución. Pero ya. Aunque sea con un Gobierno en Funciones.
No me diga que eso es imposible o estoy desvariando como loco. Porque quizás esa sea la razón por la intolerancia de algunos líderes para que tengamos un Gobierno del Partido Popular.
Siempre recordaré aquel consejo de Don Manuel en la intimidad del coche, de "Las Leyes, nos gusten o no nos gusten, están para cumplirlas. Y si no sirven, habrá una forma legal para modificarlas" .
¿Que se quiere cambiar la Constitución? Por supuesto que si, ella misma dice como. Pero para empezar hace falta un Gobierno. Ya.
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