Y pasará a la historia, no tenga duda, como el día que los españoles acertaron o se equivocaron. Si actuaron como sabios que aciertan, o actuaron como sabios que se equivocan, que también los hay. Espero que no haya que rectificar, que es cosa de sabios, y dentro de cuatro años, podamos volver a votar en libertad y en una España más próspera, más solidaría, más unida, con más trabajo y menos revanchismo, menos demagogia, menos corrupción y menos paro.
Bueno, ya me entienden. Que los líderes políticos piensen menos en sus propios egos y en sus propios partidos y piensen más en España. Y que sean capaces, si se produce el esperado resultado que se anuncia, de ponerse de acuerdo en dejar gobernar al partido que obtenga más votos.
Los cuatro principales, descansaron ayer de los agotadores días de campaña, cada uno con su hobby. Rajoy con su rutina matinal de correr vario kilómetros, esta vez en los jardines de la Moncloa, con la esperanza de que mañana pueda seguir haciéndolo, al menos por otros cuatro años. Sánchez comiendo en su casa con uno amigos y pensando que muy pronto podrá invitarlos a comer en un palacio. Iglesias practicando el baloncesto en la Complutense, pensando que tendrá que poner una cesta en el patio de la Moncloa. Rivera, paseando con dos chicas por el lago de el Retiro, pensando que la Moncloa, no se si tiene lago, pero que le cae demasiado lejos. Hoy, los cuatros estarán nerviosos pensando que escusas, disculpas, o razones darán a los suyos esta misma noche.
Ya han votado todos lo líderes y han tenido que contestar a las preguntas de los periodistas. Rajoy ha dicho, que aceptara lo que los españoles decidan y habrá el gobierno y los diputados que ellos elijan. Iglesias, ¿cómo no?, ha tendido su mano a los socialistas. Rivera hace una llamada a los moderados y Sánchez no se que haya dicho nada sensato. ¿Estará penando en decir adiós?.
Esta noche sabremos los resultados, pero ¿cuando sabremos quién o quienes nos van a gobernar?
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