Como la prensa suele ir por delante y en vez de informar de lo que ha pasado, informa más de lo que va a pasar, la noticia de hoy es que el Rey Felipe VI firmará hoy la disolución de la breve XI legislatura y convocará Elecciones Generales para el 26 de junio. Mi amigo Gracián, que es algo brutote, me dijo ayer tarde, que lo que tenía que hacer el Rey, después de disolver la legislatura, era convocar al Ejército, acabar con los políticos y decir: "Aquí mando yo". Pues mire, no sería mala idea, ya se hacia en la Edad Media y no pasaba nada. Se hizo en el año 36 del siglo pasado, directamente el Ejército, el Rey estaba en el exilio y pasó mucho.
No queremos que vuelva a suceder, porque los españoles aceptamos un sistema democrático que da resultado en los países de nuestro entorno y somo lo españoles, con nuestros votos, lo que tenemos que arreglar la situación y aceptar el resultado sin saltarse las reglas del juego democrático.
Esas reglas se la saltó Sánchez el 21 de diciembre, cuando se negó a aceptar que había perdido las elecciones y se empeñó en que quería ser Presidente a toda costa y a cualquier precio. Cosa que después ha negado, pero que es tan evidente que nadie lo duda. Se las saltó Iglesias, cuando se ofreció a Sánchez para ser vice y colocar sus secuaces en los principales ministerios y se las saltó Rivera cuando en vez de acercarse en ayuda a Rajoy, prefirió una alianza o pacto con Sánchez. Y se mareó la perdiz, se perdieron los meses y el dinero y volvemos a los mismo.
El único que mantuvo las reglas, cosa que deben saber todos los españoles, ha sido Rajoy. Rajoy, que ha defendido a capa y espada la opinión de más de siete millones de españoles, que le queremos de Presidente. Que ha ofrecido diálogo al segundo más votado, como no podía de otra forma y ha aguantado los noes y la chulería de "No se que parte del no, no entiende" del que no quiere saber nada ni de Rajoy, ni del Partido Popular, ni de Bildu. Como dirían los franceses, que si pactan con la derecha, Sans commentaires.
Ahora se abre otra oportunidad para Sánchez. Rajoy ha olvidado los insultos, las chulerias, la peticiones de dimitir, ¿puede un líder dimitir y defraudar a su electorado porque el adversario, que ha sacado el peor resultado de su partido, lo quiera? y hasta las descalificaciones personales y ha pedido cordura y entendimiento para la gran coalición que pudo ser y no fue. Lo ha dicho en una sola frase: Los votantes tienen la palabra.
Nos guste o no no guste, eso es lo que hay, así funciona la democracia y eso es lo que hemos querido. Esperemos que prevalezca la sensatez y podamos tener un Gobierno sólido y estable que pueda acometer los cambios necesarios para mejor y olvidare del cambio para peor que alguno pretendían. ¿Lo quieren más claro?.
El cambio que quería Podemos y que Sánchez estaba dispuesto a aceptar sin percatarse de que las intenciones de Podemos, eran terminar con al PSOE primero y, en su caso, con el PP después. Y si eso ocurriera, apaga y vámonos.
El cambio que quería Podemos y que Sánchez estaba dispuesto a aceptar sin percatarse de que las intenciones de Podemos, eran terminar con al PSOE primero y, en su caso, con el PP después. Y si eso ocurriera, apaga y vámonos.
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