El popular dicho dice que si. Año nuevo, vida nueva. Pero en las actuales circunstancias, hay que hacerse la pregunta. Yo no pienso cambiar la mía, son demasiados años ya, que la cambié. La cambiaré, cuando me vaya a la otra, donde ya están los seres más queridos.
Pero hay muchos que quieren cambiarla, la propia y las de los demás, sin saber si será para mejor o para peor. Y tristemente hay muchos que creen que será para mejor mientras otros creemos que será para mucho peor. Los listos, que no son tontos ni mucho menos, quieren un cambio radical y prometen el oro y el moro, la igualdad para todos, hombres y mujeres, inteligentes y tontos, trabajadores y vagos, buenos y malos y hasta altos y bajos o guapos y feos, Y que me perdonen los enmendadores de la Gramática Española por no decir, inteligentas, tontas, bajas o feas. Que yo escribo como siempre se ha escrito y no pienso cambiar a estas alturas.
Los que si deben cambiar son los políticos. Basta ya de gente que entra en política para vivir de ella y bienvenidos aquellos que viven para la política. Y esto, que suena a las bienaventuranzas, no lo dijo Jesucristo, pero es tan elemental, que entra en aquel resumen de los Diez Mandamientos que se aprendía en las escuelas. "Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo". Así de corto y así de sencillo para que todos pudiéramos vivir en paz.
Pero desde que los principios básicos de ética, moral, educación, respeto y convivencia, se han erradicado de las escuelas, colegios y, sobre todo, de la familia, la cosa cambia. Y desgraciadamente cambia para peor. Algo así como sustituir los Mandamientos de nuestra Religión, por la Educación para la Ciudadanía.
Aquellos que se basan en la idea de que somos un estado laico o aconfesional, no se han enterado de que Menéndez Pelayo, en 1,880, y con solo 24 años de edad, decía de su Patria: "Evangelizadora de la mitad del orbe. España Martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio.....Esa es nuestra grandeza y nuestra unidad; no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los arévacos y de los vetones o de los reyes de taifas".
No hacen falta comentarios. Solo es un aviso a esos navegantes que cambian de rumbo sin saber a donde van, que pasan de la Religión que profesamos más del 80% de los españoles, de nuestra grandeza y nuestra unidad y quieren dividirnos.
Dividirnos....¿ para qué? Porque saben que: "Divide y vencerás", pero no saben o no quieren saber que "La unión hace la fuerza". A ver si nos enteramos de una vez y para siempre.
FELIZ AÑO NUEVO
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