La mía. No la de Zapatero, que solo sabe lo que le contaron de su abuelo, al que no conoció. Yo si puedo acordarme de mi abuelo materno, que murió el 6 de Enero de 1936, cuando se estaba afeitando para ir a Misa, después de que mi hermana y yo recibiéramos los regalos que nos habían dejado los Reyes Magos. Los Reyes Magos de Higuera, que recorrían las calles del pueblo con el beneplácito y ayuda del Ayuntamiento Republicano. Mi abuelo Marcos se libró de la Guerra, pero su hijo la terminó de Capitán de Artillería del Ejército Nacional. O Ejército golpista o sublevado o revolucionario o franquista, o como usted quiera llamarlo: que hoy estoy de buen humor y puedo respetar sus ideas sin enfadarme.
Mi abuela paterna murió el 2 de Agosto del mismo año, cuando este pueblo estaba en manos de las hordas marxistas, comunistas, rojas o republicanas. Y ahora que nadie lo tome a mal, porque así le llamaban y le llamamos algunos de lo pocos que vamos quedando. Se enterró, sin la "manga" que precedía los entierros, con el sochantre cantando el llamado "Gori-Gori" y el cura con capa pluvial. Llevaba la Bandera Republicana, el sochantre andaba perdido y el cura estaba prisionero con veinte vecinos más, esperando un incierto final. A mi padre y a mi tío Francisco, le dejaron salir de su encierro para ver a su madre por última vez, eso si, custodiados por dos milicianos con fusiles, que pasaron dos días de guardia en el vestíbulo de la casa, comida incluida.
Y aquí intervino otra abuela, la materna, que se encaró con los guardianes porque me habían dejado jugar con el fusil de unos de ellos. Yo no entendía lo que pasaba, pero a los cuatro años ya somos curiosos de ver cosas nuevas. El miliciano no se inmutó sino que, con todo el respeto del mundo, le tranquilizó con un: "No se apure señora, que está descargao. Deje usted que juegue el chaval," Y es que en todas partes hay gente buena y gente mala.
Yo tuve la suerte de conocer a tres de mis abuelos, el padre de mi padre había fallecido, cuando mi padre todavía estaba en el colegio. Zapatero no llegó a conocer a su abuelo el Capitán Juan Rodríguez Lozano. Fue fusilado en 1936 tras un Consejo de Guerra y su nieto nació 24 años más tarde. Pero su recuerdo le sirvió para organizar todo el tinglado de la Ley de la Memoria Histórica.
Y hablando del rey de Roma.... Ayer se cumplieron 82 años de la fundación de Falange Española con el recordado discurso de su Fundador, José Antonio Primo de Rivera y Saenz de Heredia, Marqués de Estella, Duque de Primo de Rivera, abogado jerezano, que fue fusilado el 20 de Noviembre de 1936, después de un juicio en Alicante en que se le condenó por conspirar contra la República y participar en la rebelión contra la misma. Cosa curiosa es que el 18 de Julio ya estaba en la cárcel condenado a cinco meses de prisión por tenencia ilícita de armas. En su testamento se pueden leer las siguientes palabras:"Ojalá fuera la mía la última sangre española que se vertiera en discordias civiles. Ojalá encontrara ya la paz el pueblo español, tan rico en buenas cualidades entrañables, la Patria, el Pan y la Justicia".
El su memorable discurso fundacional en el Teatro de la Comedia ya había sentenciado: "Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados por una irrevocable unidad de destino". ¿Estaría pensando en Cataluña?
