Acabo de leer en ABC digital, que nuestra Presidenta ha dado a luz, justo hace una hora, a un hermoso bebé de tres kilos, por cesárea y dos semanas antes de lo esperado.
Para mi la venida al mundo de un nuevo ser humano siempre es una alegría. Me da igual que sea blanco o negro, niño o niña, español o extranjero, de derechas o de izquierdas. Supongo que el padre estará orgulloso de tener el primer hijo varón, que creo que todos los padres lo preferimos así. Y que después venga la bebé para formar la parejita ideal.
Así que hoy lo voy a dejar aquí. Mi más cordial enhorabuena a los felices padres y el deseo de que no quede aquí la cosa y traigan otros que ayuden, con su trabajo, a pagar las pensiones de los muchos jubilados de España. Y no hablo por mi, que me la pagan ya dos nietos que trabajan en el Reino Unido.
Y de camino felicitar también el personal del Hospital de Valme, que según me han dicho, lo han dejado "de dulce".
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