Hoy se decide en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo, si un buen número de terroristas asesinos y violadores y asesinos comunes que cumplen sentencias en España, pueden salir libres a la calle, Y si alguno de ellos tienen derecho a indemnización del Estado por haber pasado algún tiempo desde que les correspondería haber salido libre.
Todo apunta, Dios no lo quiera, a que el Tribunal tenga más en consideración los derechos "humanos" de los criminales, que los derechos humanos de las víctimas y sus familiares. He visto una corta lista de algunos de los que pueden salir libres y me he horrorizado pensando en lo que pueda significar para las víctimas el saber que los asesinos de sus padres, hijos, hermanos, esposos y demás familiares, anden libres por la calle y puedan volver a cometer los crímenes que tan barato les ha salido pagar. Como para muestra, con un botón basta, he aquí la lista de seis botones;
Domingo Troitiño, etarra responsable de 22 asesinatos del atentado de Hipercor, compañero de De Juana que anda perdido por esos mundos de Dios riéndose a carcajadas de los jueces que creyeron que iba a durar poco después de su falsa huelga de hambre.
Inma Noble Goicochea, etarra y ex novia o pareja de De Juana, que
también intervino en el atentado de Hipercor y que cumple condena por 12 atentados con muerte,
Iñaque Erro, etarra condenado por 4 asesinatos, 6 atentados y 22 intentos de asesinato.
Joaquín Villalón, el Señorito Asesino, que asesinó y descuartizó a su novia embarazada, salió después de cumplir la condena y volvió a asesinar, esta vez a dos tranverties.
Pablo Manuel García Ribado, 74 violaciones, 10 robos y 6 agresiones sexuales.
El Violador de Ascensor, 10 violaciones, 3 agresiones y 2 asesinatos.
Seis angelitos, que nunca han pedido perdón, que no se han arrepentido de sus crímenes y que podrían , no solo estar inmediatamente en la calle, sino que, además, podrían ser económicamente recompensados por el Estado. En total podrían beneficiarse un centenar de criminales, en su mayoría etarras, que pueden, no solo ser un agravio para su víctimas, sino un gran peligro para toda la sociedad.
¿Soluciones?. Hay dos que me parecen posibles. La más expeditiva es no hacer caso de las resoluciones del Tribunal imitando el Reino Unido, que se pasa de las resoluciones de la ONU, de la UE y de los tratados con otras naciones (caso de Gibraltar).
Otra, la reforma del Código Penal y el establecimiento de la cadena perpetua sin revisión posible para delitos específicos.
Que no le tiemble el pulso a Alberto Ruiz Gallardón, que ahora puede y sabe que para la mayoría de los españoles algunos de esos crímenes deberían ser motivo suficiente para la pena de muerte. Que suena algo drástico, pero es efectivo. En mis años en el Reino Unido, tan democrático como parece, hubo varias encuestas populares y siempre ganaban los partidarios de la pena de muerte. Los políticos nunca se atrevieron a imponerla. Si en España oímos el clamor popular, seguro que daría el mismo resultado sobre todo para los terroristas que indiscriminadamente asesinan inocentes, hombres, mujeres y niños y, no solo no se arrepienten de ello, sino que se orgullecen del dolor causado. ¿Cree alguien que hay que respetar sus "derechos humanos"?.
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