OTRA VEZ GIBRALTAR XX

Y van veinte. E irán las que hagan falta, porque no podemos olvidar esa espina en forma de roca, clavada en el sur de España. El Foreing Secretary William Hague ha invitado a nuestro Ministros de Asuntos Exteriores, José Mauel García Margallo a una reunión en Londres la próxima semana para tratar de resolver los problemas con Gibraltar. Los problemas se reducen a uno. Gibraltar Español. Los demás son consecuencias de no haber cumplido el Tratado por ninguna de las dos partes

Se ha hablado últimamente de el acoso de la British Navy a los pescadores españoles y de como estos han tenido que ser escoltados por la Guardia Civil. Parece que la Navy se ha replegado al puerto, que es donde debería estar, y que España ha exigido unos impuestos a las Casas de apuestas y juego que operan en el paraíso fiscal, ahorrando millones de euros en taxas.

¡Cómo ha cambiado el negocio a través de los años!. Mi primo Rafael Sanchez Mantero, Profesor de Historia Moderna, tiene varios libros sobre Gibraltar y en uno de ellos, con datos tomados de la Recods Office de Londres, de lo que fui testigo, descubre municiosamente el negocio de contrabando de paños y tabaco durante el siglo XVIII y XIX. Inglaterra exportaba a la Colonia algo así como cien veces la cantidad que de dichas mercancía podían consumir los habitantes de Gibraltar. Obviamente no tiraban al mar el sobrantes, sin que pasaba de contrabando a España. Después de nuestra Guerra Civil, con escasez de productos de todo tipo, se incrementó al negocio de contrabando en toda el área de Campo y recuerdo haber ido en moto, en los años cincuenta, a comprar tabaco rubio o en picadura, cuchillas Guillet, medías de nylon, cosméticos y botellas de whisky, que pasaban los trabajadores y vendían en sus casas, abiertamente y sin ser molestados por las autoridades. Años más tarde empezó el blanqueo de dinero de otros productos más lucrativos y nocivos como las drogas. Y ahora, tengo que confesar que no lo sabía, parece que lo verdaderamente lucrativo son las Casas de Apuestas, que mueven millones sin tener que pasar la frontera, que no existen para Internet. Los españoles tenemos fama internacional cono jugadores de azar, He visto en el Casino de Monte Gordo, más coches con matrículas españolas que portuguesas. El dueño de un Casino cercano a mi casa en el Reino Unido, me decía que cuando muriera Franco y se autorizara el juego, cerraría el Casino y abriría en España. Tenía uno en Francia, cerca de Perpiñan y sabía perfectamente que los españoles se gastaban más en "gambling", que los franceses y los ingleses,.O sea, otro negocio para los llanitos para asegurarle que no necesitan a los ingleses ni a los españoles, porque pueden valerse por si solos. Pero la pregunta del millón es ¿Cómo se puede permitir un paraíso fiscal, un centro de blanqueo de dinero, un nido de contrabandistas dentro de la Unión Europea en una colonia de un país miembro en territorio de otro país miembro?. Hay que buscarle una solución a semejante despropósito y terminar el conflictivo de una vez para siempre.

Leo que la compañía más importante es Partygammin, que opera en la colonia a través de Electraworks Limited para facturar más de 289 ,millones de libras esterlinas.  y que pertenece a un matrimonio de abogados americanos, a quienes se le atribuye una fortuna de más de dos millones de libras. Existen oras don de gran importancia y algunas más pequeñas. En total podría ser más de mil millones de libras, que no pagan impuestos ni al Reino Unido ni a España, con la agraveante de que la gran mayoría de los apostante será con dinero desde España.

Acabo de oír en la radio que al parecer ha habido una confrontación entre la Navy, la Guardia Civil y los pescadores en aguas españolas, que los llanitos reclaman como gibraltareñas. Sr. Ministro, ¿Vamos a permitir que se sigan mofando del Tratado sin poner las medidas que este contempla?

Mañana analizaremos lo que haya pasado, cuando tengamos más noticias. Mientras tanto figense en los siguientes mapas, español y británico y en el terreno neutral usurpado poco a poco.