Anoche conocí la triste noticia del fallecimiento de Don Antonio Mingote con el consiguiente sentimiento por la pérdida de tan extraordinario dibujante, humorista , escritor y académico.
No soy quién para escribir una biografía de Mingote, a quién todos los españoles conocían y habrá plumas mucho más expertas que la mía, para hablar de él y dedicarle los obituarios que se merece.
Yo le recuerdo desde sus inicios en la "Codorniz". que mi padre compraba todas las semanas y yo leía con deleite de la primera a la última página. Perdí el contacto cuando marché al Reino Unido y años más tarde volví a encontrarle en ABC. Cuando este periódico empezó a imprimirse en Bélgica, en su edición para Europa, lo compraba todos los días en el kiosco de la estación del metros londinense de Leicester Square entre la ocho y media y las nueve de la mañana, camino de la oficina cercana al mercado de Covent Garden. Entonces me convertí en un ferviente fan de sus viñetas y comencé a recortarlas y guardarla. Tengo una caja llena de ellas y creo que el mejor homenaje que puedo hacerle es publicar algunas de las que, anoche mismo, pude encontrar; entre las que más me gustaban, por supuesto las de carácter político. He notado algo que indica el genio perdurable de Mingote: Algunas de la viñetas que siguen, podrían se actuales, aunque tengan años.
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