lunes, 17 de enero de 2011

LAS PALABRAS DE AZNAR



Mario Jiménez, secretario general del PSOE de Huelva y portavoz del partido en el Parlamento Andaluz, ha pedido a Javier Arenas que declare si respalda las "intolerables" palabras de José María Aznar.
Para los que no conozcan a Mario Jiménez, que deben ser muchos, conviene aclarar que es el que primero salió en defensa del ex acalde de mi pueblo, cuando aquello del chalet ilegal que se había contruido en el Parque de Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Enseguida salió a la prensa a decir que confiaba plenamente en la honestidad de su compañero de partido y que este haría declaraciones al respecto y que debería ir a los tribunales a denuncias las acusaciones falsas. Pues nini, ni ha hecho declaraciones, ni ha ido a los tribunales. También es el que ha defendido a ultranza a su jefe Manuel Chavez, proclamando a diestro y siniestro, que todo el asunto de la subvención millonaria a la empresa Matsa, era "un montaje del Partido Popular". Pues también nini, ni era un montaje, ni era legal, porque ya el Tribunal Superior de Andalucía ha sentenciado que la Junta debe investigar.
Pues a este defensor de los suyos, juez supremo de su partido para juzgar hechos indiscutibles y hacer juicios paralelos, defensor progresista de la libertades democráticas, todavía no se ha enterado de que en España existe la libertad de expresión. La libertad de expresión para los demás, porque él si la practica llamando facistas, juntos con otros dirigentes socialistas, a los funcionarios que están contra "el decretazo", al Partido Popular, a Javier Arenas, al sindicato de Cajasur y a todos los demás sindicatos de funcionarios. Solo se salvan, por supuesto, UGT y CC.OO. Si no me creen, lean ABC de hoy, página 5, donde podrán ver su fotografía y los comentarios de Álvaro Ibarra.
Tan enfrascado está el señor Jiménez en descalificar todos los que no coinciden con él, que no ha tenido tiempo de enterarse de lo que ha dicho Aznar sobre las autonomías; que es mucho menos de los que millones de españoles pensamos y ya estamos empezando a reconocer públicamente. Que las autonomías son el despilfarro mayor que nunca ha habido en España. Que hemos pasado de UNA España GRANDE y LIBRE, a diecisiete Españas, pequeñas y dominadas. Y lo que es peor todavía, con diecisiete parlamentos, con sus presidentes, sus parlamentarios, sus secretarios, sus asesores, sus coches oficiales, sus PC, sus móviles, sus dietas y sus pensiones, para que confronten a unas regiones con otras, hasta el punto de que los españoles somos iguales ante la ley, dependiendo si vivimos en Andalucía, Cataluña, País Vasco o las Canarias.
Quizás sea demasiado tarde para terminar por completo con las autonomías y centralizar el Gobierno, paro si es necesario controlar los gastos presupuestarios, especialmente en tiempos de crisis, y las competencias transferidas, para que todos seamos iguales. ¿Es esto "intolerable" o "facista"?. Pues si eso es lo que cree el señor Jiménez, yo soy las dos cosas y como yo, los millones de españoles que no vivimos de la política.

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