Decía ayer los diferentes nombres del día de hoy. Yo me quedo con este. El Día del Pilar o el Día de la Virgen del Pilar. Que para eso es la Patrona de España, de Zaragoza y de la Guardia Civil. Esa que unos cuantos renegados, por no llamarles algo peor, ha querido quitar de los Cuarteles, por eso de que estamos en un estado laico. Bueno, estaremos en un estado laico, pero a ver quién le quita a los trianeros o a los macarenos sus Esperanzas, o a los almonteños y andaluces su Rocío, o a los marineros su Carmen, o a los toreros que se hagan la señal de la cruz antes de empezar a torear. Yo no voy el fútbol ni lo veo en televisión, pero me ha dicho que hasta algunos fútbolistas también lo hacen.
Esta mañana he echado de menos en mi mesa, la invitación, que hace algunos años recibía del Comandante de Puesto de la Guardia Civil de Zufre, invitándome a la Misa y a una copa después. Hace dos o tres años que no la recibo y pensé que me habrían quitado de la lista de invitados por no ser ya concejal del ayuntamiento de Higuera, que no tiene Guardia Civil. Después me enteré de que habían suspendidos los actos religiosos y la copa se reservaba para ellos y sus familias.
Así que como no tenía prisa, me senté frente al Hitachi a ver el desfile en Madrid. Emocionante, como siempre, aunque había menos tropas. Comentarios de que la bandera venezolana no estaba donde debería estar. Ni falta que hacía, y además le hacía un flaco favor a Zapatero, evitándole el ser criticado por levantarse o no levantarse. No hizo falta, porque los abucheos y pitidos que le dedicó el pública a la llegada y a la salida, eran prueba más que evidente, que ya no le quieren. Bueno, yo tampoco le he querido nunca, pero no estaba allí para abuchearle. Pero lo hago aquí.
La Guardia Civil, en todas sus facetas de servicio a la Patria y a los españoles, marcial como siempre, especialmente con sus trajes de gala.
Yo le tengo especial respeto y cariño a la Guardia Civil, porque aunque me han multado tres veces desde que empecé a conducir hace muchos años, también me atendieron de maravilla en un accidente que tuve, sin graves consecuencias más que para el coche. Pero es que además, su fundador, el Duque de Ahumada, Francisco Javier Girón (que no se confunda con Garzón) llevaba mi apellido, mejor yo el suyo, y aunque no seamos parientes, me llena de orgullo y me siento de la familia del Cuerpo. Por eso no me importa decir: ¡Viva la Guardia Civil! y dedicarle un recuerdo a todos los que, a través de los años, han perdido sus vidas en actos de servicio o asesinados por los terroristas. Especialmente al Capitán, el Cabo y los cuatro Números que dieron sus vidas por Dios y por la Patria, defendiendo el Cuartel de mi pueblo el 10 de agosto de 1936.
Esta mañana he echado de menos en mi mesa, la invitación, que hace algunos años recibía del Comandante de Puesto de la Guardia Civil de Zufre, invitándome a la Misa y a una copa después. Hace dos o tres años que no la recibo y pensé que me habrían quitado de la lista de invitados por no ser ya concejal del ayuntamiento de Higuera, que no tiene Guardia Civil. Después me enteré de que habían suspendidos los actos religiosos y la copa se reservaba para ellos y sus familias.
Así que como no tenía prisa, me senté frente al Hitachi a ver el desfile en Madrid. Emocionante, como siempre, aunque había menos tropas. Comentarios de que la bandera venezolana no estaba donde debería estar. Ni falta que hacía, y además le hacía un flaco favor a Zapatero, evitándole el ser criticado por levantarse o no levantarse. No hizo falta, porque los abucheos y pitidos que le dedicó el pública a la llegada y a la salida, eran prueba más que evidente, que ya no le quieren. Bueno, yo tampoco le he querido nunca, pero no estaba allí para abuchearle. Pero lo hago aquí.
La Guardia Civil, en todas sus facetas de servicio a la Patria y a los españoles, marcial como siempre, especialmente con sus trajes de gala.
Yo le tengo especial respeto y cariño a la Guardia Civil, porque aunque me han multado tres veces desde que empecé a conducir hace muchos años, también me atendieron de maravilla en un accidente que tuve, sin graves consecuencias más que para el coche. Pero es que además, su fundador, el Duque de Ahumada, Francisco Javier Girón (que no se confunda con Garzón) llevaba mi apellido, mejor yo el suyo, y aunque no seamos parientes, me llena de orgullo y me siento de la familia del Cuerpo. Por eso no me importa decir: ¡Viva la Guardia Civil! y dedicarle un recuerdo a todos los que, a través de los años, han perdido sus vidas en actos de servicio o asesinados por los terroristas. Especialmente al Capitán, el Cabo y los cuatro Números que dieron sus vidas por Dios y por la Patria, defendiendo el Cuartel de mi pueblo el 10 de agosto de 1936.
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