Mientras escribo, si no m falla el cálculo, nuestro Presidente Zapatero estará rezando en el Desayuno. Lo que no sabemos es si estará rezando a Dios, al diablo o a San Obama. Se supone que su intervención debe ser de unos 10 minutos, en los que debe de leer un pasaje de la Biblia y hacer sus comentarios. ¿Leerá de la Biblia o de El Capital? Eso es lo de menos, lo importante es la interpretación que pueda hacer de lo que lea. Y a mi me da miedo de eso.
¿Se molestará si hay un crucufijo en el comedor? ¿Se arrepentirá de sus pecados contra el octavo mandamiento? ¿Entenderá lo que digan los demás? ¿Pedirá consejo a San Obama en su breve encuentro de "Buenos días amigo, ¿que tal?"? La solución, mañana.
Recuerdo que acompañando a Fraga al aeropuerto de Londres para volver a Madrid en el mismo avión de Iberia en el que llegaba el, entonces, presidente de AP, Antonio Hernández Mancha, Fraga preguntó a Luis Guillermo Perinat, si Antonio hablaba inglés. Ante la respuesta negativa, dejó caer un contundente: "Pues debería aprender". A pesar de la barrera del idioma, Mancha impresionó a Reagan y conoció a Bush, padre e hijo, con el que entabló muy buenas relaciones.
Cuando Aznar empezó a visitar Londres como presiente del PP, no sabia mucho ingles, pero llevaba a Montoro que le ayudaba. Ahora da conferencias en EE.UU, por supuesto en inglés.No se cuanto le llevaría aprender, posiblemente más de dos tardes, porque solo Zapatero puede estudiar economía en ese tiempo. Estamos sufriendo los resultados.
Espero que Zapatero no deje muy mal a España y aprenda el respeto y la religiosidad del pueblo americano, donde existen tantas religiones de tan distintas creencias y a nadie le molesta la Cruz del cristianismo.
Zapatero se despide de Obama y muy sonriente da gracias al Altísimo.
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